La construcción o la reforma integral de una vivienda implica, en casi la totalidad de los casos, la necesidad de escoger puertas para casa. En general, se suelen cambiar todas, tanto la de la entrada como las que dan acceso a sus diferentes estancias.

Escogerlas parece fácil, pero no lo es, puesto que hay que tener varios aspectos en cuenta. Y no solo precisamente su aspecto o si queda bien o no con el estilo de la vivienda y la decoración del hogar. También hay otros factores a tener en cuenta.

Por ejemplo, el espacio que quedará para abrirla. En el caso de que la vivienda sea unifamiliar, también habrá que pensar en contar con una puerta de acceso a la calle que sea adecuada. Para acceder a otras estancias también habrá que tener en cuenta el nivel de intimidad que se quiere mantener en la habitación.

En definitiva, la elección de las puertas es un trabajo que puede parecer sencillo, rápido y libre de complicaciones. Por ello, no hay nada mejor que planificar con cuidado lo que se necesita y quiere para cada puerta antes de escogerla.

Pero, ¿quieres saber qué opciones tienes y cómo realizar una elección acertada? ¡No te pierdas este artículo!

4 claves para escoger las puertas de una vivienda

1.  Madera natural, la alternativa de recuperar el pasado

Es fundamental tener en cuenta que si optas por restaurar unas puertas de madera antiguas, estas van a requerir un decapado, así como un ajuste y sustitución de los herrajes. Por ello, es importante destacar que si escoges recuperar las puertas antiguas, en la mayoría de los casos no supone una ventaja económica, sino más bien al contrario.

Por lo tanto, no es el precio lo que determina la elección, sino la pasión por mantener la autenticidad del piso. Igualmente se pueden recuperar los vidrios, o colocarlos acanalados.

2.  De suelo a techo, una apuesta ganadora

Hasta hace un par de años, este tipo de puertas eran tan solo muy habituales en oficinas, locales comerciales y hoteles. Hoy en día es una solución que se aplica en numerosas casas y que además consigue dotar de mayor amplitud las estancias de una vivienda.

La idea de este tipo de puertas es que pasen lo más desapercibidas posibles. Cuando están abiertas, quedan ocultas tras las paredes si son correderas o pegadas a la pared si son batientes, creando así la sensación de que las puertas han desaparecido.

3.  Puertas lacadas con moldura recta: la reinvención de un clásico

Este tipo de puertas se tratan de una moldura recta plana. Esto es, una manera de decantarse por una puerta con molduras con un estilo más actual que las convencionales. De esta manera, puedes disfrutar de la calidez de la moldura sin renunciar a la estética y el minimalismo.

4.  Hierro, la nobleza de un material

El hierro es uno de los materiales que más de moda se está poniendo para las puertas. Y no es de extrañar, ya que aporta diseño y sobre todo, personalidad.

Este tipo de puertas da un toque industrial, además de permitir separar los espacios sin oscurecer.

Cada una de las alternativas que te hemos presentado se adaptan mejor a un estilo decorativo determinado, pero cualquiera de ellas es una opción perfecta si respetas la coherencia y la continuidad con el resto del proyecto.

Ahora bien, las puertas son un elemento noble de las casas, normalmente estas suelen ser de madera y te dan la posibilidad de armonizarlo todo con el resto de elementos decorativos de la vivienda, como el pavimento o los colores de las paredes.

Pero es fundamental cuando estés proyectando la vivienda que tengas en cuenta la accesibilidad por los huecos de la puerta así como el sistema de apertura. Por ello, vamos a explicarte detalladamente cómo escoger las puertas perfectas para cada estancia.

La elección de la puerta de acceso a la casa

La elección de la puerta de la entrada está determinada por el tipo de vivienda. Si se trata de una vivienda en un edificio de vecinos, habrá que ceñirse al modelo y a los acabados corporativos de la comunidad, si bien se podrá personalizar el color interior de la puerta y se podrá incidir en la seguridad, blindándola o acorazándola.

Si vives en una casa unifamiliar, las posibilidades se abren en abanico, y te convendrá tener en cuenta el estilo arquitectónico (inglés, rústico, contemporáneo…). En todo caso, puede ser interesante escoger un modelo con vidriera lateral para dejar pasar la luz al recibidor.

Entre las puertas de seguridad, las acorazadas son la mejor alternativa. La diferencia entre las puertas acorazadas y las demás es que las primeras tienen una estructura interior de acero reforzada por elementos que las hacen más rígidas. También llevan herrajes de seguridad y un marco y premarco metálicos que se fijan directamente a obra.

Las puertas para el salón y las zonas nobles

En las casas antiguas era habitual tener una doble puerta con vidriera en los salones. Podían ser abatibles o correderas, y aún sigue siendo una solución a considerar en muchos hogares donde el recibidor es muy oscuro.

Para hacer los ambientes más diáfanos triunfan los modelos de puertas correderas en vidrio templado con herrajes a la vista y las puertas embutidas en un doble tabique en la pared.

Si optas por los modelos tradicionales abatibles, las posibilidades de elección son muy extensas, y van desde las maderas nobles a las puertas lacadas en blanco molduradas, plafonadas o lisas y con distintos tipos de huecos y vidrios, siendo el más usado el mate.

El resto de las puertas de paso de la casa suelen acompañar la estética de las del salón, al menos en lo que a color se refiere. Además, debes tener en cuenta que las puertas lacadas nunca son de madera maciza.

Escoger las puertas para la cocina

Es habitual poner en las cocinas puertas con vidrio translúcido. Su principal ventaja es que dejan pasar la luz hacía el pasillo o el recibidor y su inconveniente es que la frecuente condensación que se produce en la cocina hace que se ensucien mucho tanto la madera como el cristal. Despensas y lavaderos con acceso desde la cocina pueden beneficiarse de la elección de una puerta de vaivén.

Puertas para el cuarto de baño

Los cuartos de baños suelen tener una superficie muy reducida, por lo que no es lo más recomendable, en caso de que no se pueda escoger, ponerles una puerta abatible. Opta, siempre que se pueda, por un modelo corredero, a ser posible embutido en la pared, ya que permitirá aprovechar 1 m2 de superficie adicional. En caso de que el baño no tenga ventana, se puede optar por una puerta con vidriera translúcida, siempre