¿Vale la pena invertir en reformas para pisos que quiero alquilar?

Compartir en whatsapp
WhatsApp
Compartir en facebook
Facebook
Compartir en linkedin
LinkedIn
Compartir en twitter
Twitter

Si tienes un piso destinado al alquiler, seguramente te has preguntado si compensa invertir en una reforma antes de ponerlo en el mercado. La respuesta, en la mayoría de los casos, es un rotundo sí. Reformar un piso antes de alquilarlo no solo lo hace más atractivo para los posibles inquilinos, sino que también permite incrementar el valor del alquiler y reducir los periodos de desocupación.

Pero, ¿qué tipo de reformas son recomendables? ¿Es necesario hacer una reforma integral? ¿Cuánto retorno puedes esperar de esa inversión? En este artículo respondemos a estas preguntas con detalle.

1. Aumenta el valor de alquiler

Uno de los beneficios más evidentes de reformar un piso antes de alquilarlo es que puedes pedir un alquiler más alto. Una vivienda reformada, con instalaciones nuevas, cocina moderna y baños funcionales, resulta mucho más atractiva que una en mal estado o anticuada.

Ejemplo real: Un piso antiguo sin reforma puede alquilarse por 600 €/mes, mientras que uno reformado en la misma zona puede alcanzar fácilmente los 800 €/mes o más, dependiendo de las calidades.

Además, los inquilinos están dispuestos a pagar más por viviendas listas para entrar a vivir y con comodidades modernas.

2. Menor tiempo en el mercado

Un piso que está en buen estado se alquila más rápido. Las viviendas reformadas suelen destacar en los portales inmobiliarios gracias a sus fotos llamativas, acabados cuidados y sensación de nuevo o semi-nuevo.

Esto reduce el tiempo que el piso permanece vacío, lo cual significa una mayor rentabilidad a medio y largo plazo. Cada mes sin inquilino es un mes sin ingresos, por lo que acelerar el proceso de alquiler compensa enormemente la inversión inicial.

3. Atrae a mejores inquilinos

Un piso reformado no solo atrae a más personas, sino también a un perfil de inquilino más exigente, responsable y con mayor capacidad económica. Esto se traduce en un menor riesgo de impagos y una mayor probabilidad de que el inquilino cuide la vivienda como si fuera suya.

Además, un buen estado del piso favorece relaciones más fluidas entre propietario e inquilino, y menos incidencias relacionadas con mantenimiento o reparaciones constantes.

4. Ahorro en mantenimiento y reparaciones

Al reformar el piso antes de alquilarlo, especialmente si se actualizan instalaciones de fontanería, electricidad y calefacción, se reducen significativamente los problemas técnicos a corto y medio plazo. Esto se traduce en un ahorro económico importante en llamadas a técnicos, imprevistos y gestiones con los inquilinos.

También puedes evitar situaciones legales derivadas de problemas con la habitabilidad del inmueble.

5. ¿Qué tipo de reformas convienen más?

No todas las reformas tienen el mismo impacto ni el mismo coste. Aquí te dejamos una lista de las más recomendadas para alquileres:

  • Reforma de cocina: No es necesario optar por materiales de lujo, pero una cocina funcional, con muebles nuevos y buena iluminación, siempre suma.
  • Baño actualizado: Un baño limpio, con sanitarios actuales y grifería moderna, mejora mucho la percepción del piso.
  • Pintura de paredes: Pinta en colores neutros para atraer al mayor número de personas. Es una inversión mínima con gran efecto visual.
  • Cambio de suelo: Un suelo nuevo tipo vinílico o tarima flotante le da al piso un aire renovado con poca inversión.
  • Renovación de puertas y armarios: Si están muy deteriorados o desfasados, es buena idea sustituirlos o lacarlos.

6. Retorno de inversión: ¿cuándo lo recuperaré?

Aunque depende del tipo de reforma, zona y precio del alquiler, muchas de estas mejoras pueden amortizarse en un plazo de 1 a 3 años. Desde ese momento, el beneficio será netamente mayor gracias al incremento de valor del piso y a una rotación más baja de inquilinos.

Además, una vivienda reformada puede revalorizarse a nivel de compraventa, lo cual es un plus si decides venderla en el futuro.

Conclusión

Invertir en reformas para un piso en alquiler es una estrategia inteligente que genera beneficios tanto a corto como a largo plazo. Mejora el aspecto, reduce el tiempo sin inquilinos, atrae a mejores perfiles y permite aumentar el precio del alquiler. Con una planificación adecuada, esta inversión se convierte en una garantía de rentabilidad y tranquilidad.