¿Es posible quedarte a vivir en tu vivienda mientras haces reformas?

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Hacer una reforma en casa puede ser todo un reto, especialmente si te planteas seguir viviendo en la vivienda durante la obra. Aunque no siempre es lo más recomendable, hay situaciones en las que sí es posible. Sin embargo, es esencial saber cómo prepararse, qué tener en cuenta y cuándo merece la pena optar por esta opción.

¿Se puede vivir en casa mientras hay una obra en curso?

Sí, es posible quedarse a vivir en la vivienda mientras se realiza una reforma, pero no siempre es lo más cómodo ni eficiente. Dependerá de la magnitud de la obra, de si afecta a estancias clave como la cocina o el baño, y de cómo se planifique la ejecución de los trabajos. Algunas reformas pueden dividirse por zonas o fases, lo que permite una mayor convivencia sin paralizar por completo la vida cotidiana.

Factores a tener en cuenta antes de tomar la decisión

Antes de lanzarte a vivir entre obras, analiza estos puntos:

  • Duración estimada de la reforma: Si son pocos días o semanas, puede merecer la pena organizarse bien y quedarse.
  • Zonas afectadas: Reformas en baños o cocinas pueden complicar el día a día si no tienes alternativas dentro de casa.
  • Presencia de polvo y ruidos: La convivencia con estos elementos puede afectar tu salud y bienestar.
  • Seguridad: Especialmente si hay niños o personas mayores, puede haber riesgos con herramientas o materiales.
  • Disponibilidad de espacios alternativos: Dormitorios libres, baños secundarios o incluso una zona de cocina auxiliar pueden marcar la diferencia.

Recomendaciones si decides quedarte

Si optas por vivir en tu hogar durante la reforma, ten en cuenta estos consejos prácticos:

  • Habla con la empresa de reformas: Asegúrate de que estén al tanto de tu decisión para que organicen la obra por fases.
  • Aísla zonas de trabajo: Utiliza plásticos protectores, puertas provisionales o sistemas de extracción de polvo.
  • Adapta una zona de descanso: Asegura un espacio cómodo y alejado del ruido para dormir y descansar.
  • Gestiona los horarios: Intenta sincronizar tus actividades con los horarios de obra para evitar molestias.
  • Haz un plan B: Siempre es bueno contar con un lugar al que acudir en caso de que la situación se vuelva insostenible.

Reformas con las que puedes convivir

Algunos trabajos permiten una convivencia más llevadera, como:

  • Pintura o alisado por estancias.
  • Sustitución de puertas o suelos en días alternos.
  • Renovación de instalaciones eléctricas por fases.
  • Cambio de ventanas o cerramientos.
  • Pequeñas reformas de baños si hay un segundo disponible.

¿Cuándo es mejor mudarse temporalmente?

Si vas a realizar una reforma integral, con demoliciones, sustitución de suelos, techos, fontanería o cocina completa, lo más recomendable es salir de la vivienda. Además del polvo y el ruido, la falta de servicios básicos puede hacer muy incómodo el día a día.

Conclusión

Quedarte a vivir en casa durante una reforma es posible, pero no siempre es lo más práctico. Con una buena planificación, la elección de una empresa de confianza y una obra por fases, puedes hacerlo sin renunciar a la comodidad. No obstante, valora siempre los pros y contras y no dudes en buscar alternativas si la reforma es compleja.