Reformas que nos ayudan a combatir las humedades

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Cualquier inmueble puede experimentar problemas de humedades. Representan una amenaza tanto para la integridad de sus elementos arquitectónicos (oxidación en hormigón, descomposición del acero, podredumbre de madera) como para el confort y la salud de sus ocupantes (alergias, dolor térmico, enfermedades pulmonares). Por lo tanto, es necesario abordar el problema de las humedades durante las reformas y es más común de lo que se podría pensar.

La formación de vaho en los cristales, la acumulación de moho en paredes y techos o el desprendimiento de azulejos son algunos de los signos que pueden indicar la presencia de humedades en una vivienda. Para eliminar las humedades durante una reforma, es fundamental investigar dónde se originan para evitar que se repita en los suelos y paredes tras su rehabilitación.

Lo primero, una causa común de humedad son las subidas capilares. La causa de esto es la falta de aislamiento de los materiales de construcción, que son susceptibles a filtraciones de la lluvia o al contacto con masas de agua naturales como un río. La humedad por infiltración lateral, por otro lado, se produce únicamente en sótanos, bodegas y otras instalaciones subterráneas, por motivos similares a la subida capilar. En otro tipo de humedad, la condensación es un fenómeno que ocurre dentro de la casa y daña especialmente áreas como la cocina y el baño.

Los tratamientos de humedades en viviendas, oficinas y edificios, como la instalación de ventanas con aislamiento térmico, pueden ayudar a prevenir estas filtraciones en el hogar. El objetivo de esta reforma, que es sencilla y costosa, es reemplazar las ventanas actuales con otras diseñadas para proteger contra el frío y el calor.

Este objetivo se puede lograr con ventanas de doble y triple acristalamiento. La cámara de aire entre las hojas funciona como un aislante natural de esta manera. Los perfiles están hechos de PVC o aluminio. El uso de cortinas y persianas aislantes también ayuda a reducir el problema de la condensación en las ventanas.

El uso de revestimientos y pinturas aislantes es otra forma de eliminar las humedades de una casa. En este sentido, los propietarios descubrirán que los paneles de poliestireno extruído, corcho natural, grafito, lana mineral y poliestireno expandido son aliados poderosos para evitar que el agua se mueva desde las capas externas al interior del edificio. Además, reducen el efecto pared fría, que ocurre durante los meses más fríos y lluviosos del año.

En cuanto a la pintura, hay una variedad de productos disponibles en el mercado que tienen como objetivo eliminar los efectos antiestéticos de la humedad y/o prevenir su aparición. Estas pinturas, promovidas como «antihumedad» o «anticondensación» que están disponibles en una amplia gama de variedad de colores y acabados. Las humedades nunca volverán a ser un problema después de la aplicación de la misma, puesto que ayudará a prevenir las manchas de moho, que son un síntoma de la presencia de humedad en los inmuebles.

Además, es posible que las humedades presentes en el techo y otras superficies sean el resultado de un sistema de drenaje insuficiente, obstruido o completamente ausente. Existe una alta probabilidad de que la lluvia se filtre al interior en áreas donde la lluvia tiende a formar torrentes en las proximidades de la vivienda; por ejemplo, a través de los cimientos.

A pesar de la imposibilidad de controlar las precipitaciones, los propietarios pueden evitar sus efectos perjudiciales instalando un sistema de tuberías y colectores u optimizando el sistema de drenaje existente. Al canalizar las aguas pluviales, se puede evitar que los vertidos causen daños materiales o afecten el bienestar de la vivienda.

Estas medidas también ayudan a reducir la huella de carbono al reducir la dependencia de los sistemas de calefacción para mantener el calor.